El
Aikido es un rama de las artes marciales modernas de origen
japonés. Su fundador fue Morihei Ueshiba (1883-1969), un artista
marcial japonés a quien los aikidōkas también
lo llaman Ō-sensei ("Gran Maestro") en señal de
admiración y respeto, y el aikido fue desarrollado por él después de
la segunda guerra mundial entre la década de 1930 y 1960.
Morihei,
se refería habitualmente a este arte marcial como “el arte de la paz” y definía
el Akido de la siguiente manera: “El Aikido es amor. Es el camino que conduce a
nuestro corazón hacia la unidad con el espíritu del universo para completar
nuestra misión en la vida ayudándonos a instalar en nosotros el amor y la
reverencia por todo en la naturaleza”.
La característica fundamental de este deporte es la búsqueda de la neutralización del contrario en situaciones de conflicto, dando lugar a la derrota del adversario sin dañarlo, a menos de ser necesario en lugar de destruirlo o humillarlo, a menos de ser necesario; propiciando la educación del instinto propio y auto-reflexión y, buscando a su vez el propio el crecimiento personal. Este deporte busca formar a sus practicantes como promotores de la paz.
La característica fundamental de este deporte es la búsqueda de la neutralización del contrario en situaciones de conflicto, dando lugar a la derrota del adversario sin dañarlo, a menos de ser necesario en lugar de destruirlo o humillarlo, a menos de ser necesario; propiciando la educación del instinto propio y auto-reflexión y, buscando a su vez el propio el crecimiento personal. Este deporte busca formar a sus practicantes como promotores de la paz.
Es un arte marcial que descarta la competición. El
aikido tradicional carece de combates o competiciones, de victorias y derrotas.
Si hay una batalla, es son nosotros mismos, si encontramos una victoria, es en
nuestros crecimientos. Aquí, en este deporte no existen distinciones de
graduación etre sus practicantes antes de alcanzr el cinturón negro (a
diferencia de otras artes marciales dod obtienen cinturones de distintons
colores). La única gratificación que se obtiene es la satisfacción al ir
observando su constante mejora.
Las técnicas de AIKIDO no combinan fuerza contra
fuerza, esto quiere decir que no es necesario ser particularmente fuerte para practicarlo.
Asimismo, dichas técnicas son de naturaleza defensiva, y no se requiere de una
personalidad agresiva. A pesar de esto, mediante la práctica del AIKIDO la
persona se convierte en una persona fuerte y desarrolla seguridad y potencia en
sus movimientos.
Debido a que el AIKIDO se practica de a dos, uno
tiene la posibilidad de aprender del otro al mismo tiempo que los ayuda a
aprender de uno. Este principio mental que caracteriza a la práctica crea un
clima sumamente sano en el Dojo (lugar de práctica).
En síntesis, el Aikido es bueno para el cuerpo, la
mente y el corazón. Además, como si todo eso fuera poco, es también divertido.
No es correcto pensar y decir que el Aikido cambia a la gente. Sin embargo, se
puede decir que la gente puede cambiar a través de este mismo.
¿Quiénes lo pueden practicar?
Por su principio de no violencia y armonización,
este arte marcial no tiene limitaciones de sexo ni de edad ya que cada uno
practica de acuerdo a sus posibilidades y a su propio ritmo y voluntad.
Desde la infancia hasta la tercera edad, hombres y
mujeres, practican este dporte alrededor del mundo. Además, por el tipo de
movimientos y al no utilizar la fuerza física durante la práctica, el Aikido
ofrece muchos beneficios para la salud, como corrección de problemas
posturales, eliminación de tensiones, correcto manejo de la respiración, entre
otros.
En el libro "El arte de la paz", su autor y fundador del Aikido, Ueshiba, muestra que el camino real del guerrero está basado en la compasión, la sabiduría, la ausencia del miedo y el amor a la naturaleza. Las enseñanzas recopiladas en este libro proceden de las charlas y escritos de su autor. El Maestro Ueshiba consideró que los principios del aikido podían aplicarse a todos los desafíos a los que nos enfrentamos en la vida: en las relaciones personales, al interactuar con la sociedad, en el trabajo y los negocios.
En el libro "El arte de la paz", su autor y fundador del Aikido, Ueshiba, muestra que el camino real del guerrero está basado en la compasión, la sabiduría, la ausencia del miedo y el amor a la naturaleza. Las enseñanzas recopiladas en este libro proceden de las charlas y escritos de su autor. El Maestro Ueshiba consideró que los principios del aikido podían aplicarse a todos los desafíos a los que nos enfrentamos en la vida: en las relaciones personales, al interactuar con la sociedad, en el trabajo y los negocios.
El Aikido es reconocido oficialmente por el
gobierno japonés en 1940, y la Fundación Aikikai (Aikido World
Headquarters) es la organización matriz para el desarrollo y la
popularización de Aikido en todo el mundo. Bajo la dirección de Moriteru
Ueshiba Doshu, son instructores de Aikido de la enseñanza de acuerdo con los
ideales del Fundador (Morihei Ueshiba O-Sensei) a los estudiantes en Japón
y en todo el mundo.
Hombu
Dojo es
la Sede Mundial del Aikido donde funciona la Aikikai Foundation (Aikido
World Headquarters, en Tokio, Japón).
En 1968
la estructura original de madera de la vivienda Hombu Aikido Dojo fue
sustituido por un moderno edificio de hormigón. La historia de cinco dojo
incluye tres áreas de capacitación un total de 250 tatami. Debido a la
dedicación y el apoyo de personas de muchos países, Hombu Aikido Dojo se
encuentra en el centro del mundo de Aikido.
Bajo la
dirección de Moriteru Ueshiba Doshu, instructores de llevar el espíritu del
Aikido, que sigue creciendo en todo el mundo.
Por otro lado, el Aikido International Club (AIC)
es un club el cual sus miembros son las organizaciones y dojos de Aikido en
todo el mundo que entienden que este camino marcial creado por Morihei Ueshiba
tiene una manera de hacer al mundo una gran familia que vivía en paz y armonía.
La solidez del AIC es, en principio, la amistad y buena voluntad entre los
miembros de sus líderes.
Su misión es identificar, apoyar, orientar, motivar
e incentivar que contribuyan al desarrollo del Aikido a nivel internacional,
siguiendo las reglas y los objetivos del Aikikai Hombu Dojo en Japón, dirigido
por Doshu (líder).
La gente que practica Aikido, como se dijo
anteriormente, tiene en común la idea de buscar la armonía y la paz que buscan
la amistad y la hermandad, sin perder el espíritu del Budo (la vía marcial).
Por tanto, es importante destacar que esta familia formara una institución como
el AIC (Club Internacional de Aikido) que se dedica a colaborar en la
integración y desarrollo para la promoción de la amistad y la difusión de este
arte marcial. Se trata de una de las principales preocupaciones para el futuro
de los grandes maestros de Aikido, e incluso por el Doshu en la importancia de
no perder la esencia de esta idea establecida por el fundador Morihei Ueshiba.
El AIC se esfuerza cada día para facilitar el encuentro entre los aikidokas,
tanto principiantes como avanzados en un espíritu de amistad y el medio
ambiente, y asi llegar a un intercambio de experiencias e información
permitiendo la colaboración y la participación facilitando la interacción y la
unión resultante para su mutuo beneficio.
En este sentido, la AIC organiza reuniones,
seminarios, estimulando la producción de libros, películas, material
pertinente, cursos, etc, y actuando como punto de encuentro internacional para
intercambiar ideas, desarrollar y mantener amistades en el espíritu de Aiki,
por lo que los grandes eventos anuales de cada año en diferentes países,
algo similar al formato de los Juegos Olímpicos.
De esta manera, el Aikido llega a la Argentina en
1964, año en que el Maestro Kenzo Miyazawa arriba a nuestro país con el
propósito de transmitir sus enseñanzas. Así funda en 1980 la asociación
sin fines de lucro “Aikikai Argentina”.
Afiliada al Aikido Headquarters Honbu Dojo de Tokio, Aikikai Argentina es la única representante argentina en la International Aikido Federation (IAF). Desde el año 2003, los discípulos más avanzados y sucesores del Sensei Kenzo Miyazawa continúan con la misión de desarrollar y difundir el Aikido en la Argentina.
Centrando sus esfuerzos en el constante perfeccionamiento de los practicantes y sus profesores, Aikikai organiza seminarios internacionales con la visita de reconocidos maestros, otorga becas para el estudio de este arte marcial en Buenos Aires, Europa y Japón, y desarrolla un Programa de Formación Docente.